Silencio en India...

Lo he leído en El País... Por fin las bombas, los disparos, las llamas... han dejado paso al silencio en la ciudad de Bombay. Es el silencio de la vuelta a la normalidad, de la calma tras la tempestad. Un silencio que deja mucho daño a su paso. Tanto como 200 fallecidos y 300 heridos (al menos).
Dicen los medios de comunicación que todos los españoles han sido ya evacuados gracias a los dos aviones que ha fletado el gobierno de España. Pero no es así, ayer conocí a una persona que sigue allí. Es Emilio Biel, presidente de la ONG Infancia y Desarrollo.
Llegó a Bombay el día 21 de noviembre, con otros dos compañeros de la ONG, zaragozanos los tres. Tomando esta ciudad como cuartel central, cada día se embarcaban en un pequeño viaje hasta cualquier aldea remota para llevar ayuda y colaborar con una congregación religiosa zaragozana que trabaja en la provincia de Maharastra. El miércoles los atentados les pillaron allí, en Bombay, hacía unas horas habían estado tomando una cerveza en el Hotel Taj Mahal. Ayer me lo contaba por teléfono: el miedo, la sensación de no saber si te van a matar, pensar a cada segundo que es tu último segundo. Es una sensación a la que los occidentales del primer mundo no estamos acostumbrados.
Emilio me contaba que ese mismo día consiguieron salir de Bombay para ir a Shirpur, una ciudad cercana, a llevar dinero a las religiosas zaragozanas para comprar pupitres para el colegio. Siguieron con su labor humanitaria y, por eso, no pudieron coger los aviones que fletó el gobierno español. Emilio estaba indignado, a estas horas aún sigue en Bombay, esperando a que el martes su avión, un vuelo regular de Lufthansa, salga con normalidad y pueda volver a Zaragoza.
Emilio y sus compañeros lo arriesgaron todo para cumplir con su misión, para ayudar a los demás, poniengo en peligro su propia vida, permanenciendo en un país sumido en el caos. Ahora sólo espero que el martes pueda volver y todos sus amigos y familiares le puedan abrazar.

Pros y contras... de trabajar en domingo

En esta vida ni todo es blanco, ni todo es negro. Aunque a veces nos empeñemos en verlo así. La escala de grises también existe, y también el mundo multicolor, aunque este último creo que no lo veo desde que era niña. Al hacerse mayor pasamos al gris.
En fin... esta reflexión viene a colación porque es domingo y estoy trabajando. Esta mañana me ha costado bastante levantarme. Suena el despertador... son las 8 de la mañana... me tengo que levantar, duchar, vestir, desayunar... y conducir hasta el trabajo. Tras seis horas de trabajo vuelvo a casa. Hoy he comido en el bar, por rapidez, por no cocinar, por no perder tiempo... y me ha entrado un sueño!!! Pero no, en lugar de dormir una maravillosa siesta de domingo, he vuelto a coger el coche y he vuelto al trabajo. Son las 5 y media de la tarde, ya llevo aquí una hora pero aún me queda mucho.. hasta las 9.
Pues eso, que cuesta madrugar en domingo, y cuesta no echar la siesta, y cuesta no tener este día libre para compartirlo con la pareja, la familia, los amigos... Eso cuesta mucho. Y la empresa insiste en decir que es lo mismo trabajar un martes que un domingo, y que no nos va a pagar más por trabajar en domingo o en festivo (obviamente los jefes que dicen eso no vienen a trabajar ni en domingo ni en festivo).
En cambio el trabajo es más ameno, más tranquilo, más paso a paso. Hay menos estrés, menos gente, menos agobio y sobretodo, menos jefes.
Pros y contras de trabajar en domingo.

Otra tele es posible

¿Cómo es posible que alguien pueda, remotamente, pagar tantísimo dinero a otro alguien para que cuente su vida? ¿Dónde ha quedado la dignidad profesional, la ética profesional, el saber hacer de esta nuestra profesión?
Me parece absurdo, deleznable, increíble, detestable, punible y por último... prescindible.
Pero esto de la entrevista de Julián Muñoz no es más que la punta del iceberg.
Las cadenas de televisión españolas llevan años y años explotando un tipo de "periodismo" (si es que se le puede llamar así) basado en el sensacionalismo, en hacer de la nada un titular, en explotar la miseria de esos llamados "famosos de medio pelo". Aún recuerdo la primera vez que vi el programa Tómbola en Canal9. Sí, aquella vez que Chabeli se levantó y gritó "esta gente es gentuza". Entonces me lo tomé a mal, estaba criticando a mis compañeros de profesión, a los periodistas, pero ahora pienso que tenía razón. Nadie en su sano juicio puede preguntarte según que cosas, aunque seas famoso, aunque seas hijo de un famoso, todos tenemos derecho a cierto grado de intimidad. La prensa del corazón ha pasado en unos años de contarnos la crónica social de nuestros famosos (esos que eran conocidos porque eran unos grandes actores, o cantantes, o músicos... ) a contarnos los detalles más íntimos y escabrosos de su vida privada. Ahí está el límite de la libertad de prensa y la frontera con el derecho a la intimidad, al honor y a la propia imágen. Pero en los últimos años todo se ha ido al carajo. De repente los "famosos" son los maridos, novios o hijos de. Los que se han tirado al hijo del famoso de turno. Los que lavan y planchan la ropa de los actores. Los que pasean al perro de los cantantes. Y por último, los que salen en la tele, sea por el motivo que sea. ¡Por favor! ¿Dónde hemos ido a parar?
Pues señores... aquí es donde hemos ido a parar... Tele5 le va a pagar 350.000 euros a un señor para que cuente sus intimidades en prime time. ¿Y quién es este señor? Pues es el novio de, el ex alcalde de y actual esafador de. ¿De verdad queremos saber de su vida?
Yo no.

Historia de amor (vol. 1)

Puede que sea el principio de una historia de amor... Bueno, tal vez de una bonita amistad. El caso es que en Estados Unidos ya hablan de la nueva relación de camaradería entre Barak Obama y José Luis Rodríuguez Zapatero.
La verdad es que el artículo del Washington Post no tiene desperdicio. Dice que Zapatero podría ser la mano derecha de Obama en Europa, del mismo modo que Tony Blair lo fue de los anteriores presidentes estadounidenses. ¿Será verdad? ¿Será este el principio de una historia de amor?

YES WE CAN

He tardado unos días en volver a escribir, y en estos días ha cambiado el mundo. El sueño americano se ha cumplido para Barak Obama.

Llegó de la nada, barrió a Hilary Clinton, se alzó como candidato a la presidencia del partido demócrata y, tras una impecable campaña, batió en duelo a McCain... y venció.

La semana pasada, cuando estaba en Estados Unidos, ya sentí la emoción por el cambio, los estadounidenses se lo empezaban a creer y gritaban por la calle "Obama for president" y ponían cartelitos en sus casas señalando sus preferencias por el Senador por Illinois. La opinión pública lo venía anunciando. El martes votaron y nosotros lo supimos un día después... A black man in the white house.

A él le queda ahora mucho por hacer... y a nosostros mucho por ver...

No es París...

... aunque lo parezca.

Es el Hotel París en Las Vegas, el lugar donde he pasado las últimas dos semanas. Bueno, no precisamente en el Hotel París, sino en el Montecarlo, uno más discreto pero toda una institución en Las Vegas.
En esta ciudad todo se resume con la palabra "ostentación"... hoteles inmensos, casinos gigantescos, luces de neón por doquier, lujo a raudales... todo para deslumbrar al típico turista americano que acude a dejarse los cuartos.
¿Qué si yo jugué? Pues sí, un dolar en una tragaperras. Obviamente perdí, la banca siempre gana, y deje de jugar. Más vale una retirada a tiempo. Y en esta ciudad he visto perder mucho dinero.
La próxima vez creo que viajaré a París.